Por motivos de enfermedad esta semana una de las doctoras de nuestra clínica me recetó dos medicamentos inyectados. La experiencia como paciente fue totalmente satisfactoria lo que me hizo reflexionar sobre la calidad de las jeringas que usamos en Clínica Solidaria.
En el mercado de Honduras hay diversas marcas de jeringas. Las jeringas fabricadas por compañías de la India y China son las más populares por su bajo precio. Por supuesto menor precio significa una peor experiencia para el paciente. Después puede encontrar marcas de nivel mundial como Nipro, BD o B|Braun.
El biselado de la punta de la aguja es el parámetro que más define la cantidad de dolor que pueda experimentar el paciente cuando la aguja penetra la dermis. Las jeringas baratas tienen un biselado menos refinado y contienen pequeños fragmentos remanentes del proceso de afilado. Esto puede causar inyecciones dolorosas.
En el caso de las jeringas de clase mundial las agujas pasan por un proceso que suaviza su superficie y elimina cualquier fragmento metálico remanente. Esto reduce significativamente la fuerza necesaria a emplear para la perforación.
Muchos centros de atención médica en Honduras se guían por el precio de la jeringa, lo que significa primar el beneficio por encima de la experiencia del paciente. La filosofía de Clínica Solidaria es simple, ponerse en el lado del paciente. No compramos medicamentos o material hospitalario que no usaríamos con nuestros empleados incluyendo la gerencia.

En el caso de las jeringas, agujas, cateter, venoclisis y mariposas en Clínica Solidaria usamos de preferencia la marca Nipro.
El caso de la penicilina
Un ejemplo de nuestra filosofía es el caso de la penicilina benzatínica. Compramos una de las mejores penicilinas existentes en el mercado de Honduras. Se trata de la penicilina de laboratorio Unipharm de Guatemala. Hemos probado otras penicilinas pero ninguna ofrece la misma calidad.
En muchos centros de atención médica usan la penicilina sólamente diluida con agua estéril. Para una mejor experiencia del paciente en Clínica Solidaria le añadimos el anestésico lidocaína que reduce significativamente la sensibilidad de la piel al introducir la aguja.
Otro detalle muy importante es usar dos jeringas y tres agujas durante el proceso.
La primera jeringa y la primera aguja se usa al hacer una prueba de sensibilidad a la penicilina. Así podemos detectar si el paciente es alérgico a este medicamento.
La segunda jeringa y la segunda aguja se usa para preparar la combinación de la penicilina con la lidocaína.
La preparación de la combinación reduce el filo de la aguja así que preferimos cambiar la aguja para la aplicación del medicamento al paciente.
La suma de todos estos factores permite ofrecen la mejor experiencia a nuestros pacientes.
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